imaginario paleolítico - sobre el dibujo

1. Anotación del cuerpo a partir del imaginario paleolítico  

Claramente una experiencia nueva, en la que logramos sentir y conectar con el hombre paleolítico que dibuja historia y experiencias en una cueva a partir de pigmentos naturales como el carbón, mezclado con la imagen de Venus, figura femenina famosa y representativa del paleolítico. Unimos varias ideas y creamos un concepto que refleja el estilo de cada estudiante.

Sobre el dibujo

El texto se refiere a las manifestaciones artísticas realizadas por el hombre en el paleolítico, en donde el autor intenta comprender las técnicas e intenciones a partir de la Cueva de Chauvet, relacionándola con sus vivencias. Este período fue caracterizado por sus pinturas rupestres, realizadas en cuevas y cavernas. El autor hace mención también, a la actividad presente en esta cueva, puesto que, se concluye, que antes de la llegada de mujeres, niños y hombres, y antes de que estos la abandonen por siempre, la cueva era habitada por osos. 

La oscuridad; conservadora del tiempo dentro de la cueva, y el silencio, puede relacionarlas a una forma anatómica dentro del lugar. El color de las rocas calcificadas dice ser como los huesos y los intestinos. Las estalagmitas, muy blancas o rojas; y los recubrimientos calcáreos y los sedimentos acumulados, naranjas y mucosos. El autor relaciona también, el brillo húmedo de las superficies con las secreciones. Una estalactita que ha crecido en forma de aparato digestivo, los conductos sugiere el cuerpo de un pequeño mamut.

Se observa también la delicadeza y mantención del arte en la roca. La forma asombrosa, la capacidad de imitar y de reproducir con el material que se tenga a disposición, los animales que pertenecían en el lugar, y la capacidad que tendrían de persuadirlos para que vayan donde el humano indique. 

Al autor le impresiona la conexión y sensación de miedo que podría tener al estar en ese lugar en aquella época. Pero al volver a conectar con la actualidad, lo calma una sensación de protección. Además, expresa respeto por la presencia humana, que, según el, era indescriptible, pero real.

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Estos fueron los primeros ejercicios con los que tuve un acercamiento al carboncillo. Gracias a este, pude perder de a poco el temor a la mancha, a utilizar la oscuridad y no temer de ella, no temer a errar porque se puede conseguir una forma de todas maneras, y mientras esté aprendiendo no estoy equivocándome.